Vi esta receta en el blog de “
Las Recetas de la Tata” y me
encantaron, así que las hice ayer…fue mi regalo de cumple. El de mi marido fue
un pedazo ramo de flores, que sabe que me encantan. Y mi hijo un súper abrazo,
que le cuesta mucho darlos, pero mucho mucho, os lo aseguro, jejeje. Eso sí, me
aproveché un montón, pues no lo soltaba, jajajaja…
Volviendo a las magdalenas, puedo deciros que son deliciosas
y que he descubierto (gracias a San Google) que al poner la masa en la nevera
unas horas, (pues en la receta ponía que había que ponerla en la nevera y no
sabía por qué), luego y gracias al contraste frío-calor suben más. Y ya de paso
descubrí también que es mejor batir con batidora eléctrica que a mano, pues si
la masa tiene mucho aire salen más esponjosas.
Supongo que son pasos o puntos que muchas ya conocéis, yo no
(upssss) y como siempre digo nunca se deja de aprender en la cocina.
Y bueno, paso ya a poneros la receta de estas deliciosas
magdalenas.
Probarlas, os encantarán.
Ingredientes:
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2 huevos (yo puse tamaño L).
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200g de azúcar.
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60 ml de leche.
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190 ml de aceite de oliva suave.
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210g de harina.
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1 cucharada de café de levadura tipo Royal.
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Una pizca de sal.
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Esencia de azahar (yo puse media cucharada de
café).
Preparación:
En un bol tamizamos la harina con la levadura e incorporamos
también la sal.
En otro bol batimos con las varillas eléctricas el azúcar
con los huevos, añadimos la leche, la esencia de azahar y el aceite poco a
poco.
Añadiremos la harina a la mezcla de los huevos y batimos un
poco (siempre con varillas eléctricas), que se mezclen bien los ingredientes.
Taparemos el bol con film transparente y metemos en la
nevera, yo la tuve 2 horas, puedes ponerla más tiempo, pero mínimo 1 hora.
Precalentamos el horno a 250º.
Sacamos la masa de la nevera, la batimos un poco a mano y la
repartimos en los moldes de las magdalenas, rellenamos hasta ¾ partes del molde
y espolvoreamos azúcar por encima, yo le puse bastante…ya sabéis que soy muy
golosa.
Bajamos la temperatura del horno a 210º y metemos las
magdalenas.
Las horneamos unos 15 minutos, siempre comprobando, pues ya
sabéis que cada horno es un mundo.
Cuando al pinchar con un palillo salga limpio ya estarían.
Dejamos enfriar y disfrutamos en desayunos, meriendas,
resopones…jejeje…
La receta original la tenéis
aquí, yo como
siempre he adaptado un poco los ingredientes a los gustos de mi casa.
Y lo dicho D-E-L-I-C-I-O-S-A-S.
BESOS.